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NUEVO TIEMPO, NUEVO REGISTRO, NUEVA ARBO

Publicado el 29 de Noviembre del 2012

     “En los mismos ríos entramos y no entramos, somos y no somos”

     Heráclito

     

     En estos últimos días, hemos podido acceder al borrador de anteproyecto de ley de reforma integral de los Registros que prepara el Ministerio de Justicia. Una compleja reforma legislativa, ampliamente comentada en círculos registrales, cuyo contenido, sin embargo, ha permanecido oculto durante el largo proceso de su gestación. Una reserva —perfectamente comprensible, dada la complejidad técnica del proceso de construcción normativa— a la que ahora, sin embargo, el Ministerio de Justicia pone fin, iniciando un período de aportaciones y debate, tanto dentro, como fuera de los grupos profesionales afectados, en un alarde de transparencia democrática tan meritorio, como poco habitual (pues no recordamos un solo proyecto normativo de relevancia para la función registral que se haya sometido a un debate abierto antes de su aprobación inicial). Una decisión valiente de comunicación abierta y sin complejos a la que ARBO, hoy, se suma de la manera más decidida.

     

     Esta asociación no desaprovechará la oportunidad de intervenir en la discusión que hoy brinda el Gobierno a la comunidad científica. La complejidad de los retos a los que el anteproyecto responde y la radical innovación que las transformaciones contenidas en el mismo han de imponer en la organización registral, hacen que todos debamos contribuir a ese ejercicio responsable de reflexión y aportación doctrinal y científica.

     

     Una reflexión que ARBO realiza de modo sereno, plenamente consciente de que, a pesar de la complejidad y los obstáculos a los que una empresa tan ambiciosa se enfrenta (y que esta asociación contribuirá lealmente a despejar), el proyecto normativo aparece orientado en la dirección correcta. Pues, con independencia de la mayor o menor corrección de las soluciones técnicas en cada caso aportadas (que esta asociación irá analizando de modo reposado), la filosofía a la que responde el proyecto es sin duda la correcta: el fortalecimiento de los sistemas de control de legalidad y regulación del tráfico desarrollados por la institución registral, en busca de su mejor adaptación a las nuevas realidades de un mundo complejo y altamente tecnificado; mediante el diseño de un modelo de Registro que, a través de una concepción integradora y de plena cooperación, responda a las exigencias de servicios públicos modernos y eficientes que demanda el tráfico jurídico en la actualidad. Acometiendo de este modo un valiente proceso de evolución creativa, que contribuya, desde las modestas oficinas de Registro, al crecimiento económico e institucional y a la solución de los graves problemas a los que se enfrenta la sociedad española en la actualidad.

     

     En ese diálogo abierto e integrador, ARBO quiere renunciar expresamente a cualquier posición radical, inmovilista o pasional, consciente de la gravedad del tiempo presente y de la necesidad de transformación que impone a los sistemas registrales. Por lo que, sumándose decididamente a ese espíritu de apertura y transformación, ARBO inicia un nuevo periodo en su vida corporativa, dirigido a lograr una mayor presencia e integración en la comunidad registral. En la conciencia de que sólo a través de la tolerancia, el diálogo sincero, de verdadera cooperación y puesta en común, podrán alcanzar los registradores el resultado de transformación que el interés general reclama en este transcendental tiempo de cambios.

     

     Sin dejar, por supuesto, de expresar su respeto por aquellos de sus miembros que, por no compartir los criterios de transformación y reforma de la institución que hoy mantiene la asociación, han renunciado a formar parte de la misma; lamentando la marcha de todos ellos —especialmente aquellos que, por su amplia experiencia política, dentro y fuera de los ámbitos corporativos (como Nicolás Nogueroles, Fernando Méndez o Beatriz Corredor), podían realizar una aportación sustancial a nuestra organización—; ARBO no puede dejar de contribuir, desde esa nueva filosofía de diálogo y transformación, al valiente y complejo proceso de cambio institucional iniciado por nuestras autoridades políticas; una tarea dirigida a contribuir, con madurez y moderación, pero con la máxima energía, a la construcción democrática e integradora del nuevo Registro; pues hoy, más que nunca, nuestra organización ha de fluir, adaptándose a una realidad en exigente, vertiginosa e imparable transformación.






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