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NOS FELICITAMOS POR LAS NUEVAS PROPUESTAS DEL MINISTRO DE JUSTICIA SOBRE EL REGISTRO CIVIL

Publicado el 2 de Abril del 2009

     Hasta el aburrimiento hemos denunciado en estas mismas páginas la mala situación del servicio del Registro Civil. Como su mejora no constituía precisamente una prioridad de la anterior titular del centro directivo, ni tenía prevista su hoja de ruta; como la informatización no ha conseguido resultados perceptibles; el nivel de insatisfacción generada entre los ciudadanos por nuestra institución ha ido aumentado hasta alcanzar cotas insoportables.

     

     Salvo la responsable, todos los agentes interesados estaban, estábamos, convencidos de la conveniencia de replantear una prudente desjudicialización del servicio y una radical transformación del modelo existente –el actual es anacrónico- para que sea en definitiva viable la consulta telemática a través de un portal único de acceso franco –en la parte que no es secreta o reservada- por los ciudadanos interesados. Porque aunque parezca increíble, aunque exista el llamado Registro Civil Central, no es hoy todavía posible una consulta centralizada de los datos relativos a las personas inscritas en cualquier registro de la geografía nacional.

     

     Aunque existen no pocos proyectos y algún diseño informativo a tal efecto, se hace absolutamente imprescindible resolver de una vez por todas el delicadísimo problema de la coordinación de todas las unidades y bases de datos registrales a través de un servicio centralizado a quien se encomiende la responsabilidad del sistema único de publicidad. Es inadmisible (la Ley de protección de datos no justifica este disparate) que quien pretenda hacer uso del derecho de acceso al registro -acceso por cierto protegido por la Ley de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos- no tenga a su disposición una herramienta de búsqueda de carácter nacional. Herramienta de búsqueda cuyo correcto funcionamiento presupone la implantación de una red de coordinación de sistemas registrales locales interoperativos y que cuenten, como es obvio, con un nivel aceptable de recuperación del archivo histórico en papel.

     

     La enorme dispersión de las unidades registrales existentes –se ha dicho gráficamente que cada registro es una isla- hace enormemente complejo cualquier trabajo de coordinación, que, por lo demás, necesitaría de una unidad central que no estuviera colapsada como lo está, a pesar de los meritorios esfuerzos de todo el sacrificado personal del orden jurisdiccional, el propio Registro Civil Central. Así las cosas, las tareas estrictamente “contenciosas” de la labor jurisdiccional no plantean problemas tan graves como los relativos a la publicidad.

     

     Pues bien, queremos dejar aquí constancia de la recentísima intervención del Ministro de Justicia en su comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso que, para exponer las líneas generales de su departamento, tuvo lugar el pasado 26 de marzo de 2009. Las consideraciones allí hechas y contenidas en las páginas 24 y ss. son, como es obvio, compartidas por nuestra Asociación que recomienda su lectura. Nos felicitamos del acierto de nuestro Ministro en el diagnóstico correcto y en la atinada formulación de los objetivos a lograr por una nueva Ley del Registro civil. Nueva ley en que se afronte, por fin, la deseable desjudiciliación e informatización de nuestra institución. Para ello, puede contarse con nosotros.






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