Editorial

BASES GRAFICAS REGISTRALES, COORDINACION CON CATASTRO Y TEMPLE

Publicado el 14 de Abril del 2014

      Una de las reformas más importantes para el futuro de la función registral es la que afecta a la incorporación de Bases Gráficas al Registro de la Propiedad y su relación y coordinación con el Catastro. Las leyes afortunadamente no se promulgan al dictado de los intereses profesionales de quienes las sufren y su contenido raras veces se ajusta a las aspiraciones de quienes están llamados a aplicarlas, por muy sabios y expertos que se tengan a sí mismos los especialmente relacionados con la materia objeto de disciplina normativa. Catastro y Registro han tenido una historia antigua y a ratos turbulenta de encuentros y, también, desencuentros, que se antoja difícil zanjar de una vez por todas y de suerte que se contente a tirios y a troyanos y de paso se defienda lo que conviene al servicio público.

     

     La vieja historia de la coordinación interinstitucional tiene en el anteproyecto de Ley aprobado el pasado Consejo de Ministros el último de sus episodios (¿el definitivo?). El contenido del anteproyecto divulgado, no debiera suponer una sorpresa para nadie, ya que un borrador del mismo estaba a disposición de los interesados y de los entonces candidatos a vocales de la Junta, incluso desde antes de que acabara el plazo de la campaña electoral. Nadie medianamente sensato, por muy contrario que sea a la reforma anunciada, por mucho que se hayan implementado en el pasado y en el propio registro soluciones informáticas particulares que ahora devienen caducas, debiera dejar de tomar en consideración, en el cálculo de probabilidades de aparición de leyes futuras, un texto que, nos constaba a todos, estaba pactado entre Justicia y Catastro. Tiempo habrá de comentar las cuestiones técnicas, ahora toca pedir responsabilidad y cordura a la Junta de Gobierno que parece actuar confundiendo deseos con la realidad, invirtiendo a lo que se ve en quimeras... con los recursos de todos.

     

     Tras el impulso del Consejo de Ministros a la reforma de la Ley Hipotecaria y del Texto Refundido de la Ley del Catastro, resulta esencial conocer cuál va a ser la actitud de la Junta de Gobierno del Colegio de Registradores ante esta decisión de política legislativa del Gobierno, pues la reciente circular enviada por el vocal de bases graficas solo consigue crear inquietud y preocupación, ya que son muchos los interrogantes que plantea y las dudas legítimas que tenemos sobre la (imposible) compatibilidad de lo hecho e invertido por esta Junta con lo que en breve será Derecho positivo. En definitiva, se trata de saber si la Junta, suponiendo que haya una sola visión compartida en materia de bases gráficas, (puede que haya dos irreconciliables. Cosas del reparto de cuotas en una Junta de aluvión), es realmente consciente de lo incompatible que es "su" proyecto, (el de Temple remozado), con el Derecho anunciado y decimos bien "su" proyecto porque existe un acuerdo de Asamblea de Decanos para implantación de Geobaseweb y ha faltado otro acuerdo revocatorio del mismo órgano corporativo para su abandono; como no sea el entusiasmo de muchos vocales, (no son pocos los usuarios de Temple), y la exégesis de los acuerdos de Zaragoza, (que en esto pueden decir una cosa y la contraria, que tanto da), no se atisba ninguna otra razón para tal actuación.






Carta al Decano

Publicado el 25 de Marzo del 2014

     Querido Decano,

     

     Te escribimos impresionados por la soledad e impotencia que revelan tu última carta. Sólo estas circunstancias pueden explicarla. Conviene a un Decano ser prudente, sosegado y conciliador. Justo el tono contrario del de tu misiva. Ningún rector de una corporación puede descalificar de nueve formas diferentes a una parte importante de las personas que la integran. Nunca. De hecho, entre nosotros, nadie lo ha hecho. Por muy desesperado que pueda estar al comprobar que las cosas no se desenvuelven como él desearía, por muchas y equivocadas iniciativas que una parte de los profesionales a los que representa tomen. Tu actitud nos parece tan peligrosa para nuestro futuro que, evitando ahora cualquier crítica al rumbo de tu Junta queremos compartir contigo algunas consideraciones que, pensamos, son fundamentales en cualquier gobierno corporativo.

     

     1º. Un Decano debe trabajar en favor de la unidad del Colegio que preside. Para ello es imprescindible que intente integrar a todos sus miembros. El haber obtenido la mayoría de los votos legitima su representación, pero ésta no se puede ejercer para enfrentar a la mayoría con la minoría o para negar a esta última la participación en la vida pública, como si su derrota implicara la muerte civil. Acusar a más del 40% de los colegiados de observar una conducta inaceptable, improcedente, irresponsable, irrespetuosa, desleal, antidemocrática, imprudente, así como de tener una visión patrimonialista de la función registral y causar un daño incalculable a la profesión, no es un buen ejemplo de esa labor integradora. La representación no confiere la propiedad del cuerpo. El Decano representa a la corporación, pero ésta no le pertenece.






ABCEDARIO PARA ORIENTARSE EN EL TEMA DEL SISTEMA REGISTRAL LEI.

Publicado el 18 de Febrero del 2014

      Como quiera que el Decano y los vocales de nuestra junta, en sus comunicaciones, hacen un uso libre de toda licencia literaria para describir hechos, omitir la narración de otros que incomodan (así en materia de bases gráficas y Catastro) y para tergiversar el relato de muchos más, nos hemos permitido incluir una sobria narración de lo acontecido en relación con la asunción de la nueva competencia de los RRMM.

     

      Lo que sigue es una narración escueta y objetiva de hechos contrastables, sin opinión.

     

     






LA PROPUESTA HR

Publicado el 9 de Enero del 2014

     La junta de coalición que gobierna el Colegio ha dado en el hallazgo de las “mesas redondas” (en ing. “round-table discussion”). A saber: se ha transmitido a las autoridades de Justicia por nuestro Decano–la cosa no se ha explicado bien a los nuestros- que en materia de nacionalidad y registro civil la propuesta definitiva saldrá de reuniones conjuntas con los notarios en la esperanza que el reparto de competencias alumbrado en tales reuniones recibirá el beneplácito del Estado.

     

     Si no estamos ante puras maniobras dilatorias, la confianza en que algo bueno, para el Estado o para la profesión, pueda salir de reuniones en comisiones reservadas con representantes del notariado o de alguno de los sectores más “dialogantes” del notariado, nos parece un tanto pueril. Bien está la cortesía de comer con los representantes actuales del cuerpo hermano. Mejor estaría, sin duda, que la hospitalidad fuere devuelta alguna vez, que cansa que luego no nos inviten a comer para ahorrarse huéspedes antipáticos y gasto inútil. Todo el que ha pasado por ello sabe que lo del ágape queda en una comida en el Colegio, en un puro rito cortés que cumple cada junta elegantemente… y luego nada.

     

     Pero suponiendo que la fase del ágape esté ya superada y hayamos pasado a la segunda fase, la de los encuentros en comisiones o similar (ahora “mesa redonda”, que queda como más moderno), la experiencia enseña que la discusión acaba en un callejón sin salida pues la perorata monologal discurre por alguna de estas dos vías:






UNA DECISION PRUDENTE

Publicado el 23 de Diciembre del 2013

      Entre todas las leyes que anualmente se aprueban en un Parlamento destaca por su importancia y consecuencias en la política gubernamental la Ley de aprobación de los Presupuestos Generales . Esta ley concita las más vivas discusiones y permite que las distintas fuerzas politicas opinen tanto sobre los instrumentos de financiación como sobre la aplicación del gasto. Esto, que es predicable respecto del Parlamento nacional, lo es por las mismas razones, aunque a una escala diferente, para la elaboración y aprobación de los presupuestos de todo tipo de corporaciones, asociaciones y en general comunidades humanas que ostenten cierta capacidad autorganizativa y autonomía financiera. Lo mismo ocurre anualmente en el marco de la Asamblea de Decanos del CORPME. La Junta de Gobierno presenta a aprobación los presupuestos del próximo ejercicio con sus previsiones de ingresos y gastos. Con ello nuestros representante fijan las directrices de futuras inversiones y estiman los gastos corrientes necesarios para que el Colegio despliegue su normal actividad .

     

      Este debate que tradicionalmente se ha desarrollado sin especiales incidencias, al margen de rectificaciones puntuales limitadas a dar satisfacción a las peticiones de algunos Decanos Autonómicos, ha visto truncado en esta ocasión su previsible final: la aprobación del presupuesto anual con el respaldo de una amplia mayoría de Decanos; y por primera vez en la historia del Cuerpo ha sido rechazado, determinando la prórroga de los presupuestos actuales. ¿ Qué ha ocurrido para que una Junta recién constituída no haya sido capaz de convencer a sus pares de la bondad del Presupuesto?. ¿Qué ha llevado a la mitad de los Decanos a la abstención o al rechazo?. Pueden encontrarse sin duda muchas justificaciones, tanto políticas como de índole personal, pero lo cierto es que lo ocurrido debe ser motivo de profunda reflexión por parte de nuestros representantes y de los compañeros en particular.

     

      Cabe hacer, no obstante, alguna apreciación sobre lo sucedido. Si un presupuesto es la expresión cifrada de los ingresos previstos y de los gastos estimados para un determinado ejercicio, no parece que nuestra Junta haya logrado convencer con el documento presentado a los representantes autonómicos. Los ingresos se mantienen prácticamente iguales, sin tener en consideración que las tradicionales fuentes de financiación han sufrido una disminución significativa. En este sentido no puede considerarse razonable que se parta de la premisa segun la cual el número de documentos presentados en las oficinas será igual al del año que termina o incluso que se produzca un repunte de los mismos. Nada de eso ocurre. La realidad es bien distinta y todos somos conscientes del adelgazamiento continuo de la carga de trabajo de los registros, lo que está llevando a las oficinas registrales a situaciones difíciles, cuando no a un proceso de caquexia. Por otro lado las interinidades ya no van a poder contribuir a las arcas como lo han hecho en los últimos años. Si los ingresos van a seguir disminuyendo, inexorablemente, solo se podrá actuar por la vía de los gastos para equilibrar los presupuestos. Y aquí los redactores del presupuesto no han hecho ejercicio de sobriedad ninguno, sino más bien todo lo contario. Así, a diferencia de la Junta saliente presidida por Alfonso Candau, que disminuyó año tras año los gastos del Colegio hasta lograr una reducción acumulada del 30%, en relación con la cifra de los últimos presupuestos presentados por la Junta presidida por Eugenio Rodriguez Cepeda, muchos de cuyos miembros se integran en la nueva, ajuste que se hizo además manteniendo la calidad de los servicios que se prestan a los colegiados, la Junta entrante no solo no sigue esta línea virtuosa, sino que permite que repunten ligeramente. No puede presupuestarse sobre ficciones. Hay que ajustarse muy mucho a la realidad económica del país y mantener una política de austeridad en nuestros gastos .






LO QUE NO QUEREMOS PARA EL CUERPO DE REGISTRADORES

Publicado el 17 de Diciembre del 2013

     Inauguramos con esta entrada una nueva etapa de ARBO porque estamos convencidos de la necesidad de debatir entre nosotros, con voz clara, la defensa y el futuro de nuestra función a través de su imprescindible reforma. No tiene sentido permanecer en la complaciente admiración de tantas supuestas glorias del pasado, en un quietismo casi religioso que busca exclusivamente conservar el presente estado de cosas, como si lo que hay se tradujera en verdades inamovibles expresadas en la vieja de que cualquier tiempo pasado fue mejor y, en formulación corporativa, Zaragoza fuese el tarro exquisito de las esencias inmarcesibles del Registro.

     

     Obviamente no somos el centro del universo y, en tiempos de crisis, o nos reformamos o se nos reforma. No nos parece aceptable que a esa necesidad social y a las peticiones del Gobierno pueda responderse siempre con el NO: un NO a la informatización de nuestros archivos que supere la superstición del papel; un rotundo NO al Registro Civil y a asumir modernas competencias que puedan “contaminar” las ancestrales; un triple NO a cualquier diseño funcional y territorial que no parta del respeto casi reverencial al registro unipersonal como único módulo de referencia de la lógica registral. Que de la reforma, de cualquier reforma, vienen todos los males: desaparece la independencia, peligra el sostenimiento económicamente eficiente de las oficinas, la calificación se degrada, la Agencia Registral- ese monstruo que acecha en cada esquina, en cada página del BOE- asoma sus poderosas garras, la fe pública del registro se envilece y, en fin, quedamos esclavos de intereses bastardos.

     

     No nos oponemos a la política de la coalición que gestiona el gobierno de nuestra corporación porque la ignoramos. Más allá de intentar oponerse a las reformas, solamente conocemos que la guía de nuestros vocales es la defensa de los principios fundamentales de Zaragoza, que han prometido defender… aunque la Ley diga otra cosa. Lejos de los vientos de reforma contenidos en aquellos informes de 2008, elaborados con la espada de Damocles de la famosa Hoja de Ruta por los mismos que ahora se escandalizan, la radical oposición al Borrador de Reforma Integral de 2012 ha trocado, para nuestra desgracia, lo que era una posición táctica, (rechazo del programa de la DG) y luego electoralista, en un callejón sin salida, que concilia posiciones antes radicalmente divergentes en torno a un NO a reformarse; una posición, eso si, suficiente para ganar unas elecciones con algunas decenas de votos de ventaja, pero incapaz de ilusionar a los colegiados –nunca un programa puramente negativo tiene esta virtud-; de inflexible rudeza con los discrepantes y que nos coloca ante a la inane imposibilidad de progresar y mejorar. Tanto es así que quienes antes defendían la cooperación institucional y el respeto a la superioridad jerárquica- y eran tiempos recios aquellos- ahora se contentan con formular una política a corto plazo de resistencia pasiva a toda reforma y rebelde a un Ministerio y a un Gobierno a quien se tiene por enemigo, si no peor… en espera de que cambie el centro directivo seguramente a mejor. Solamente se concede que habrá que contemplar la solución a la prehorizontalidad y acaso rehabilitar el crédito refaccionario. Que trabaje el SSI haciendo lo de siempre sin miedo al gasto y aunque el Gobierno haya dicho claramente que el análisis, desarrollo e implantación de los nuevos programas queda reservada al Estado como una actuación de relevante interés estratégico nacional. Mientras tanto, rehabilitamos la institución de la cesantía, recontratamos como gerente a quien fue despedido del SSI para que gaste lo que antes se ahorró en desarrollos que no podrán implantarse y para que cambie radicalmente el programa GEOBASEWEB por otro que permita instrumentalizar un Temple renovado, con gestión imposible a la vista de la reforma de la legislación catastral … y a resistir hasta que pasen dos años.






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